Tote / flow

Un domingo de pintar tote bags y hacer yoga.

Al terminar de hacer yoga queda una sensación particular en el cuerpo, un estado de relajación que hace que todo se sienta liviano. Un despertar de los sentidos que hace que todo tenga un color diferente, que todo alrededor se vea más bonito. Por eso, quisimos aprovechar ese momento en el que el cuerpo y la mente están viajando a otros lugares, para hacer uso de nuestra creatividad.

Ale (@alexandrapulidog) hizo que este plan fuera posible. Sus vibras y un día maravilloso en El Retiro de Madrid, transformaron la tarde en una manera perfecta de terminar la semana. Nos contó que su mamá hace yoga desde hace años y que en cuarentena decidió certificarte como profesora en ese impulso que tuvimos muchos de darle tiempo y espacio a lo que nos mueve. Ale se transformó en su primera alumna y ahora ambas dan clases.

Para Ale el yoga no solo tiene beneficios físicos como fortalecerte o desbloquear nuevas posturas que tu cuerpo desconocía. Para ella, el mayor beneficio recae en el trabajo interno, te encamina a encontrar la mejor versión de ti cada vez que estás en el mat y a llevarte esa versión fuera de la clase.

“Se encuentra en el mat, pero lo vives en tu día a día.”

¿Si tuvieras que escoger tres palabras que definieran las clases de yoga con Ale?

  1. Power

  2. Balance (físico, mental y espiritual)

  3. Comprensión (adaptada a todos los niveles)

“Las posturas que esté logrando son mis favoritas porque me recuerdan que soy capaz de lograr cada cosa que me proponga y que con constancia algo que era imposible o que veía muy lejano, ahora lo estoy disfrutando.”

4 elementos imprescindibles que acompañan a Ale en cada clase:

  1. Estar 100% presente

  2. Tener una intención

  3. Adaptar mi práctica a cómo mi cuerpo se sienta ese día, no siempre es igual

  4. Llevar ese estado de yoga fuera del mat

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